La fórmula de éxito de George Soros: Quien no arriesga, no bebe el champán; quien no descansa, no logra el éxito

George Soros, o György Shoroshim, es el financiero de actualidad, el inversor, "el hombre que quebró el Banco de Inglaterra". Nació en una familia judía en 1930 en Budapest. Su padre falsificó los documentos, y la familia se trasladó a Gran Bretaña en tiempos de hambre. Era muy arriesgado, pero parece que fue cuando George consiguió su primera lección importante en la vida.

Hay que decir que es a la capacidad de tomar las decisiones arriesgadas Soros debe su gran éxito.

En sus actividades financieras, George Soros seguía por tres principios principales que aprendió desde su infancia:

• Hay que arriesgar;
• No se puede arriesgar todo en una situación de peligro;
• Entre el sentimiento y la realidad hay una gran diferencia.

George Soros en Hungría, 1946. Fuente: NYbooks.com

Soros dijo en diferentes ocasiones que en vez de jugar por las reglas creadas por otros, prefiere cambiar las reglas. Los mercados financieros para él son, ante todo, un laboratorio para probar sus propias filosofías. Sobre su estilo de inversión, según sus propias palabras, no tiene: toma las decisiones basadas en sus teorías personales y el instinto.

George Soros no piensa que sea un hombre de negocios: a él le gusta el término "crítico":"Invierto mi dinero en las empresas que están a cargo de otras personas. Resulta que soy un crítico. Y, en cierto sentido, soy el crítico mejor pagado del mundo "- dice Soros.

Soros cree que no tiene que avergonzarse de sus errores: para él son una fuente de orgullo. Este hombre con muchos años de experiencia en el comercio dice que en nuestro mundo los errores y las faltas juegan el mismo papel que la mutación en la biología. Él no tiene miedo del peligro, creyendo que en tales situaciones una persona puede estar más centrado en lo que está haciendo y mostrar resultados brillantes. El riesgo le da la inspiración.

Esta expresión de Soros, al igual que muchas de sus declaraciones, ha cambiado la vida de muchas personas. Soros ha escrito muchos libros, donde expuso los secretos de su éxito, la experiencia compartida de la adquisición de riqueza, y expuso sus postulados filosóficos. Esta persona en realidad tiene múltiples facetas, una personalidad plenamente desarrollada. Combina un increíble altruismo y el egoísmo, el amor al dinero y la capacidad de no darle excesiva importancia.

No todos los economistas son capaces de cubrir sus pensamientos, y no todos los filósofos pueden aplicar con éxito su asesoramiento económico. Quien consigue eso en el maravilloso mundo del comercio abre una forma completamente nueva. Aquí hay algunos principios que aplica Soros en su obra:

1. Los mercados financieros están impulsados principalmente por las matemáticas sino por la psicología de la multitud. Si la gente va a comprar una determinada moneda, las acciones o materias primas, el éxito está garantizado.

2. Se puede ganar en los períodos de subida y de bajada del mercado ya que los mercados son muy fluidos y caóticos. Y en esta inestabilidad también se puede ganar dinero si se pone algo que nadie espera. Si sabe lo que "piensa" el mercado actúe al contrario que su lógica, juegue a lo inesperado.

3. "Si no se suma en el juego, lo primero es dejarlo. No trate de recuperar inmediatamente sus pérdidas" - dice él. Para los inversores y para el trader lo más importante no es la cantidad de beneficios que recibió, sino la cantidad que ha perdido como consecuencia de sus errores. En este caso, este multimillonario no se avergüenza de sus errores: él cree que el pensamiento humano es inherentemente impreciso, por lo que no es una vergüenza y, lo más importante es aprender a sacar conclusiones de ello.

Soros declara que hizo su carrera sin tener vínculos con el mundo de los ricos. Siempre ha vivido más modestamente de lo que le permita su capacidad financiera. Considerándose un ciudadano respetuoso de la ley, señala la existencia de regímenes, que deben ser resistidos.

Se podría concluir que le mueve más el propio proceso de negociación, que el deseo de obtener un beneficio; pero el propio Soros se describe a sí mismo como una persona que se centra en la carrera y el dinero, según sus palabras, en nuestra sociedad, es muy importante. Al mismo tiempo, se da cuenta de que el dinero, en algunas circunstancias, puede hacer más daño que bien.

Al analizar su experiencia de vida, Soros dice que los mercados financieros son absolutamente inmorales y caóticos. Es necesario conocer el caos para hacerse rico. "Hacer dinero" significa para él entender el proceso revolucionario que pasa en el mercado. Dice que pone sus intereses por encima de todo, considerándose a sí mismo un hombre codicioso y egoísta, pero al mismo tiempo abre fundaciones benéficas en todo el mundo. Él no piensa que le vayan a recordar tras su muerte, prefiere influir en lo que está sucediendo aquí y ahora.