Hoy la Comisión Europea ha hecho públicas sus Previsiones Macroeconómicas de Otoño, que estiman el crecimiento, desempleo, deuda o déficit de los Estados miembros, la Eurozona y la UE para este año, 2015 y 2016. Los datos generales son débiles, previendo "una crecimiento débil para lo que queda del año" con un PIB que sube un 1,3 por ciento en la UE y apenas un 0,8% en la zona euro, según informa El Mundo.
La parte buena es que, al menos de momento, se retira la tan temida tercera recesión.
"La situación económica no está mejorando lo suficientemente deprisa. La Comisión está decidida a usar todas las herramientas disponibles y los recursos necesarios para crear más empleo y generar crecimiento en Europa. Pondremos en marcha un plan de 300.000 millones de euros para impulsar y sostener la recuperación. Acelerar la inversión es el eje de la recuperación", ha asegurado el vicepresidente Jyrki Katainen, responsable de Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad.
"No hay una única respuesta para los desafíos a los que se enfrenta la economía europea. Necesitamos actuar en tres frentes a la vez: tener unas políticas fiscales creíbles, reformas estructurales ambiciosas e inversión, pública y privada. Todos debemos asumir nuestras responsabilidades, en Bruselas y en las capitales nacionales, para generar un crecimiento mayor y lograr un impulso en el empleo para nuestros ciudadanos", ha añadido el comisario Pierre Moscovici, responsable de Economía, Asuntos Financieros, Impuestos y Aduanas.
España
Según ha anunciado la Comisión, el país no logrará este año tampoco cumplir con el objetivo de déficit público del 5,5%. Lo positivo es que partiendo de un 6,3% al cierre de 2013, el incumplimiento será mínimo, apenas de una décima (5,6%), el menor de los últimos años, lo que deja abierta la puerta a una mejora con un esfuerzo adicional en el último trimestre, si bien suele ser el más complicado del ejercicio.
El 5,6% está en línea por lo previsto también por el Panel de Funcas de septiembre, que también anunciaba una desviación para los objetivos de 2015.
España acordó con Bruselas un 4,2% para entonces, que de por sí supone un objetivo importante, pero la UE parece resignada a que Moncloa no logrará bajar su desequilibrio presupuestario más allá del 4,6%, una diferencia de unos 4.000 millones de euros.
En el caso del crecimiento, que es uno de los tres pilares fundamentales de la nueva Comisión de Jean-Claude Juncker, los cálculos comunitarios para nuestro país también se quedan por debajo de lo previsto por Moncloa. Así, el documento habla de un crecimiento del 1,2% para 2014, y una mejora de cinco décimas en los próximos ejercicios, hasta el 1,7% en 2015 y el 2,2% en 2016.
En el cuadro macroeconómico de los Presupuestos Generales, que Montoro presentó a finales de septiembre, el Ejecutivo de Mariano Rajoy fijó en el 1,3% la previsión de crecimiento del PIB de este año, pero aumentó hasta el 2% la del próximo.
El FMI anunció hace unas semanas que sus modelos avanzan un crecimiento del 1,3% este ejercicio y del 1,7% el próximo, lo que, pese a todo, colocaría a España entre los mejores países de su entorno.
Aunque el lenguaje del documento es esperanzador y se sustenta una parte de la mejora del PIB en la reducción del número de desempleados, los números del paro tampoco invitan al optimismo. La Comisión Europea cree que España no bajará de una tasa del 22% por lo menos hasta el año 2017, cuando todavía doblará la de la media de la zona euro (10,8%). Así, prevé un 24,8% para el cierre de 2014 y una reducción nimia, de décimas, hasta el 23,5 en 2015, para acabar 2016 en el 22,2%.
Igualmente, en lo que a la deuda pública se refiere, hay algunas diferencias entre los cálculos del Gobierno y la Comisión, pero menores. Así, Hacienda cree 2014 acabará con un endeudamiento del conjunto de las administración del 97,6% del PIB, pero la UE espera cinco décimas más.
Para 2015, el departamento dirigido por Cristóbal Montoro, cuenta con que la deuda llegará al 100,3% del PIB, aproximadamente 1,05 billones de euros (a pesar de que el gasto en intereses será menor gracias a la caída de los costes de financiación). Pero Bruselas ve más realista una previsión del 101,2%, nueve décimas más. Y un punto más todavía, hasta el 102,1%, en 2016.