Yahoo, un caso que necesita más de Buffett que de Jobs

Yahoo, un caso que necesita más de Buffett que de Jobs

8 diciembre 2015, 20:00
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¿Recuerdan la frase del administrador que tiene la fama de ser brillante y que toma un cargo en una empresa con la reputación de tener una mala economía? Por lo general, el prestigio de la empresa es el que resulta intacto. Pocas compañías hicieron más para demostrar la verdad de la entretenida máxima de Warren Buffett.

Durante los últimos tres años y medio, la debilitada compañía estadunidense de internet prácticamente apostó todo en su intento por revivir su suerte bajo el liderazgo de la superestrella de Silicon Valley: Marissa Mayer. Nada ha sido demasiado para la ex ejecutiva de Google. Se gastaron miles de millones de dólares en adquisiciones y en financiamiento de desarrollo de productos. Solo el sorprendente paquete de Mayer puede llegar a ser superior a 250 millones de dólares si permanece hasta el próximo año.

Se suponía que la recompensa para los accionistas sería el renacimiento de la débil marca de Yahoo, con un nuevo propósito para la era móvil y el lanzamiento de una serie de aplicaciones geniales. Pero si bien hubo mucha actividad, hasta el momento se ha logrado poco. Cuando pasamos al presente y el negocio central de internet de Yahoo se sigue reduciendo. Los ingresos cayeron 9 por ciento desde 2012, y la empresa una vez más pierde personal talentoso.

El aumento en el precio de la acción, producto del dramático crecimiento en el valor de la participación de Yahoo en el grupo de comercio electrónico chino Alibaba, no puede ocultar el malestar que hay en el negocio subyacente. Los análisis de la suma de todas las partes sugieren que las actividades de Mayer se realizan con un fuerte costo neto para los accionistas.

Si se retira el valor de la participación en Alibaba, su participación minoritaria en Yahoo Japan y algo de efectivo y valores, la valoración del negocio central cayó a 14 mil millones de dólares (mdd), en comparación con los más de 20 mil mdd que valía en la misma base cuando nombraron a Mayer, por lo que el valor cayó 7 mil mdd. Las matemáticas frías también pueden explicar por qué ella flagela muchas de las acciones que recibe bajo su contrato casi en el momento que se le otorgan. De acuerdo con la base de datos de Equilar, ya vendió acciones por un valor de 50 mdd.

A medida que aumenta la temperatura pública sobre el futuro de Yahoo, la gente externa, previsiblemente, se centra en Mayer, la culpan por los malos resultados. La acusan de arrogancia, despilfarro y mala administración.

Sin embargo, la verdadera culpa recae en el consejo de administración de Yahoo. Siempre es una estrategia arriesgada traer un administrador célebre para intentar reiniciar totalmente una empresa. Estas cosas pocas veces funcionan, especialmente en Silicon Valley. No es fácil comportarse como una startup llena de libertad cuando tienes que nutrir miles de millones de dólares en ingresos de legado. De cualquier forma, si surge una idea brillante allí, es probable que un capitalista de riesgo la tenga primero.

Pero el consejo de administración multiplicó el riesgo por el acuerdo al que llegó con Mayer. Éste no fue simple y extraordinariamente espléndido. También fue muy fuera de línea con el valor del negocio central que dirige. El aumento total de 13 mil millones de dólares en el valor de mercado del grupo a partir de 2012 se dio por la propiedad de participaciones minoritarias en otros grupos, sobre todo Alibaba. Mayer se benefició mucho, incluso a pesar de que hizo poco para revivir el negocio de internet.

A Yahoo le habría ido mejor de haber hecho caso a lo que dice Buffett y hubiese adoptado un rumbo más modesto. Silicon Valley está lleno de empresas como Yahoo, ya no está en la vanguardia de los eventos, pero todavía cuenta con una audiencia considerable. Al reducir la costosa innovación, Yahoo podría hacer lo mismo que algunos motores de búsqueda en declive como Ask.com, avanzar despacio, sin prisa, tranquilamente para lograr utilidades. Ya que su audiencia todavía es grande y tiene 4 mil mdd de ingreso anual.

Después de apostar el futuro de la compañía con la esperanza de que Mayer fuera una especie de Steve Jobs, Yahoo tiene en frente algunas decisiones difíciles. El mejor camino hacia adelante es realizar la inevitable división de la estructura del grupo.

Es verdad, un Yahoo más pequeño, compuesto principalmente por su negocio central, obviamente no tendrá los recursos para atraer a capitalistas con el apetito de Mayer. Pero esto está lejos de ser un desastre. Yahoo tiene que frenar el hábito que adquirió bajo la gestión de su famosa jefa, de gastar fuertemente en adquisiciones, salarios y desarrollo de producto. En su lugar, necesita centrarse en ganar dinero con los activos actuales. Se tienen que reducir rápidamente los puestos de trabajo y los salarios.

Hay una moraleja aquí para otras empresas maduras de tecnología. No busques la solución de Steve Jobs, la idea de que el renacimiento solo está a una superestrella de distancia. Si bien esas personas pueden producir un alza de precio a corto plazo, el costo pocas veces justifica los resultados que entregan. Es mucho mejor hacer las cosas sencillas: mantenerse en sus asuntos, reducir los costos y vivir para pelear un día más.

 

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