Según ha informado hoy el diario Estado de Sao Paulo, al menos 28 políticos brasileños, incluyendo ministros del gobierno, gobernadores y líderes del Congreso, habrían recibido dinero de un esquema de corrupción que desvió fondos de la petrolera estatal Petrobras.
El precedente, por el que se desviaron un total estimado de 10.000
millones de reales (3.760 millones de dólares) de Petrobras, se está
convirtiendo en el mayor caso de corrupción en la historia brasileña y
podría frenar todavía más a una economía que ya se encuentra estancada.
Los fiscales han dicho que van a investigar a los partidos
políticos en relación con el caso y que planean presentar los cargos
contra los políticos para febrero. La lista de sospechosos incluye a ocho del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), ocho miembros del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), 10 del Partido Progresista (PP), uno del Partido Socialista Brasileño (PSB) y uno del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), dijo el diario.
Los nombres fueron suministrados por el ex jefe de refinación de Petrobras Paulo Roberto Costa, como parte de un arreglo con los fiscales para atenuar su propia sentencia potencial, dijo Estado.
Costa es uno de 39 presuntos participantes acusados en días recientes de delitos como crimen organizado, sobornos y lavado de dinero. Entre los acusados se encuentran más de 20 ejecutivos principales de importantes compañías brasileñas de construcción.
Ya fueron despedidos miles de trabajadores a medida que se
frenan las actividades, o directamente se detienen, en proyectos que son
parte del plan de inversiones de la compañía a cinco años por 221.000
millones de dólares. La compañía Petroleo Brasileiro SA, como se conoce formalmente a la
empresa, no ha sido capaz de divulgar sus resultados del tercer
trimestre porque los auditores no están dispuestos a certificar sus
cuentas.
La lista de políticos también acerca el escándalo a la presidenta brasileña Dilma Rousseff. Si bien Rousseff dijo que no tuvo participación en las maquinaciones y
sostuvo el jueves que planea "erradicar la corrupción", ella fue la
presidenta de la junta de directores de Petrobras entre 2003 y 2010,
cuando gran parte de la supuesta corrupción tuvo lugar. Según los fiscales, los ejecutivos de Petrobras
conspiraron para inflar los precios de contratos por decenas de miles de
millones de dólares para refinerías, barcos, publicidad y otros bienes y
servicios. Los contratistas y otros proveedores entonces supuestamente
retornaban un porcentaje de los contratos inflados a ejecutivos,
políticos y partidos políticos como sobornos y contribuciones de
campaña.