¿Por qué no se pudo llevar a cabo el plan de rescate griego?

¿Por qué no se pudo llevar a cabo el plan de rescate griego?

3 julio 2015, 19:01
Kalinkita
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Kenneth Rogoff, profesor de economía en Universidad de Harvard -antiguo economista en jefe del fondo monetario internacional-, está seguro de que la reforma estructural no puede ser impuesta desde afuera. Es por esto que el plan griego de rescate ha sido condenado al fracaso.

La actual crisis griega ilustra muy bien que el programa de reforma estructural para el aumento de la estabilidad financiera puede funcionar, pero solo si el país lo desea así. La negativa griega de cambiar el sistema de pensiones fue el mayor obstáculo, sin embargo este es solo un ejemplo reciente de la intransigencia de las autoridades. De hecho, hace tiempo que los prestamistas han dado a Grecia más dinero de lo que había pedido. Al final, no se pudo llevar a cabo la última transacción.

La membresía de Grecia a la Unión Europea ofrece a los prestamistas un efecto considerable, pero, por lo visto, que fue insuficiente para cambiar fundamentos. "La troika" de prestamistas no puede afectar a Grecia, como el caso de Municipal Assistance Corporation que ayudó a New York cuando pendía de un hilo a mitad de los 70.

El mejor programa de reforma es aquel en el cual el gobierno deudor propone cambios en las políticas, mientras que el FMI ayuda a proyectar este programa y proporcionar ayuda política para su realización. Y notemos que la imposición de estas reformas desde afuera es simplemente ineficaz. Así, el gobierno griego y su electorado están obligados a creer en esas reformas para que tengan buen efecto. La responsabilidad de cumplir con el programa deberá, de igual forma, ser tomada por el país en sí.

Si el gobierno es impotente o si no está interesado en tomar las medidas que sean necesarias, entonces, la mejor opción es ahorrar mientras que las reformas no se lleven a cabo (es lo que ahora está haciendo Grecia). Por desgracia, esta concepción figuró insuficiente para superar el problema existente. Y de nuevo repetimos que el deseo de cumplir todas las condiciones debe existir al interior del país, para resolver el problema.

Algunos ideólogos hace tiempo hablan sobre el programa de reformas estructurales con enormes sospechas, culpando a los prestamistas internacionales (FMI y el Banco Mundial) de haber tomado a la economía griega en calidad de preso. Hay algo de verdad en esta crítica. La reforma del mercado laboral se diferencia por mucho de lo que se practica en la realidad, en otras palabras, muchos trabajadores son despedidos para aliviar la situación. No es nada raro, esta también es una práctica extendida en países como Italia y Francia. La creación de un sistema de pensiones estable hace a la reforma una tacaña. La creación un sistema fiscal es más sencillo de lo que parece, sin embargo de nuevo estaría mal simplemente aumentar los impuestos.

La verdad es que el futuro europeo requerirá de una gran productividad. Las lecciones, que se pueden extraer de la crisis griega y otros programas de rescate infructuosos, son como una cubeta de agua fría para despertarse por las mañanas. Si el programa de rescate exige cambios generales en los modelos económicos, políticos y sociales del país, entonces la mejor salida será amortizar las perdidas privadas y no  verter dinero en la sociedad para cubrirlas.

La mayoría de los griegos quieren quedarse en la UE. Lo ideal es ofrecer ayuda financiera a cambio de una reforma lo que también puede ayudar a aquellos que quieren formar un gobierno europeo contemporáneo. Pero con Grecia todo ha sido complicado, porque no estaba lista para someterse a las rudas exigencias y porque era necesario examinar el modo de abordar la crisis en su conjunto. Tal vez, proveer una ayuda humanitaria abierta tiene más sentido que los programas crediticios, independientemente de si Grecia permanece o no en la zona euro.

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