Hace un par de días he observado unos artículos en Times y Bloomberg que trataban sobre como los bancos y las bolsas de valores son hostiles hacia las mujeres. Por ejemplo, durante esta década Merrill Lynch fue confrontada con los reclamos contra la discriminación sexual de más de 1.000 mujeres, y Allison Schieffelin, ex vendedora de bonos, presentó una demanda de género-prejuicio contra Morgan Stanley - un caso que más tarde resolvió por $ 54 millones. Sin embargo, la situación no ha mejorado lo suficiente para las mujeres en la industria de servicios financieros.
En 2012, por
ejemplo, la atención pública se sintió atraída por la renuncia de Ina
Drew, la jefe de inversiones del gigante estadounidense JPMorgan Chase,
después de que el banco había perdido 6000 millones dólares.
Pués, diríamos que: ¿las mujeres tienen que permanecer lejos del sector
financiero? Investigaciones recientes sugieren lo contrario. Las bolsas
de valores están en gran necesidad de las mujeres.
Tenemos que recordar
que Drew era una de las comerciantes mejor calificadas en Wall Street,
que por desgracia, es sólo una gota en el océano.
La industria de servicios financieros en general y el trading, en
particular, son lamentablemente una cultura alimentada por mucha
testosterona. Aunque es aquí, donde, según el Times, podría pasar un
cambio en favor del equilibrio positivo de género, así como la mejora de
las actividades en la bolsa de valores.
No es sólo debido a que vivimos en el siglo 21, cuando todo el mundo
proclama el feminismo y la emancipación, este tipo de contratación de
los sesgos (intencionales o no) son falsos y posiblemente ilegales, pero
podría ser posible evitar muchos errores comerciales si más mujeres
estuvieran tomando las decisiones. Es la única conclusión que podemos
sacar de la investigación semanal Boys Will Be Boys: Gender,
Overconfidence and Commons Stock Investment hecho por los famosos
economistas del comportamiento Terrence Odean y Brad Barber.
Para su estudio de 2001, aun de moda, los autores analizaron datos de
las cuentas de más de 35.000 hogares, mirandolas inversiones en acciones
comunes de los hombres y mujeres hechas desde febrero de 1991 a enero
de 1997. Sus descubrimientos claves demostraron que los hombres en
promedio negociaban 45% más que las mujeres, y que el comercio
hiperactivo redujo sus rendimientos netos por 2,65 puntos porcentuales
al año, en comparación con 1,72 puntos porcentuales para las mujeres. En
otras palabras, los hombres eran, en promedio, peores operadores de
valores que las mujeres.
Para estar seguros, los inversores individuales, la mayoría de los
cuales pueden ser llamados diletantes, difícilmente pueden ser
comparados con los traders profesionales. Sin embargo, si nos atrevemos a
comparar, la ventaja en esa comparación sería probablemente ir a los
diletantes. ¿Por qué? Para citar, Odéon y Barber: "Creemos que hay una
explicación simple y de gran alcance para los altos niveles de comercio
en los mercados financieros: es el exceso de confianza".
Es decir, por más que la gente sobrestima su capacidad, conocimientos y
perspectivas de futuro (lo que los economistas conductuales quieren
decir cuando utilizan el término "exceso de confianza"), es más probable
que ellos tomen medidas basados en sus creencias. Los hombres, que
según el estudio se han mostrado más seguros que las mujeres cuando se
trata de asuntos financieros, negocian con más gusto - y es más probable
que se hagan daño a sí mismos. Ahora usted puede imaginar, en qué
medida los operadores profesionales son demasiado confiados.
Es importante tener en cuenta, sin embargo, que una relativa falta de
confianza sobre las cuestiones financieras en realidad no significa que
las mujeres son menos conocedoras de la materia, o menos capaces de
tener éxito en el campo. Hay estudios más recientes que apoyan el punto
de vista expresado por Odean y Barber: que el exceso de confianza les
hace daño a los hombres como inversores, o que las mujeres tenían más
éxito en el comercio de acciones durante la crisis financiera de
2008-2009.
Sobre todo, todo eso significa que las mujeres son más reflexivas y
cuidadosas, que son apenas malas características. Hace casi 20 años la
revista Money Magazine publicó un artículo titulado "¿Por qué las
mujeres pueden ser más inteligente que los hombres por el dinero?" La
historia detalla las cinco maneras en las mujeres, por su naturaleza,
tienden a superar a los hombres cuando el campo de juego es lo contrario
de nivel:
1. Son más rápidas en admitir su ignorancia.
2. Son más propensas a buscar ayuda y consejo de otros.
3. Son mejores en la fijación de objetivos específicos.
4. Hacen más "tarea".
5. Son generalmente más cautelosos acerca de los riesgos.
Sin duda hay otras características especificadas por el género que hacen que las mujeres cometan pérdidas, pero eso no significa que no podemos alcanzar el equilibrio. Póngalo de otra manera: el equilibrio es inevitable si las bolsas de valores no pierden empleadas. Operaciones comerciales necesitan más mujeres, no menos.
Traductor: Alice_F
Editor: Ottmar Florenz