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Durante más de veinte años, ha habido discusiones entre Mercosur y la Unión Europea para establecer un acuerdo comercial que cubra 31 naciones, una población de 720 millones de personas y alrededor del 20% de la economía global.
En los últimos meses, los representantes diplomáticos de ambos bloques han intensificado sus esfuerzos para finalmente concluir y firmar el acuerdo. La urgencia está motivada por la elección en Argentina del presidente Javier Milei, que se opone al tratado. Los funcionarios del gobierno planeaban finalizar el acuerdo durante una cumbre en Río de Janeiro la semana siguiente, unos días antes de la toma de posesión de Milei en Buenos Aires.
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El sábado (12/02), Brasil y otros países que apoyaron el acuerdo fueron tomados por sorpresa por las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, quien expresó su oposición al acuerdo. Durante una entrevista en Dubai, donde se desarrolla la conferencia de la ONU sobre el clima (COP28), Macron calificó el acuerdo de "obsoleto" e inconsistente con las aspiraciones ambientales de naciones como Brasil.
Las declaraciones de Macron se produjeron poco después de su reunión con Lula, lo que supone un importante revés para el presidente brasileño, uno de los principales partidarios del tratado. Además, Macron acusó el acuerdo Mercosur-UE de ser perjudicial para el medio ambiente, un punto delicado, especialmente durante la COP28, en la que Brasil buscó demostrar liderazgo en la agenda ecológica.
Durante la entrevista, Macron elogió a Lula, destacando la visión y la valentía del presidente brasileño. Sin embargo, expresó su oposición al acuerdo, argumentando que es incompatible con acciones tomadas en Brasil y Francia. Macron destacó la densidad de la agenda bilateral entre ambos países, pero destacó que el acuerdo es contradictorio, añadiendo que se incluyeron cláusulas para complacer a Francia en un principio, pero que, en la práctica, no benefician a nadie. Señaló la dificultad de pedir a los agricultores e industriales franceses y europeos que se comprometan con la descarbonización mientras se eliminan los aranceles para los productos importados que no siguen estas directrices.
