
Los datos del PIB en Alemania y Francia pintan un sombrío panorama europeo

El Producto Interior Bruto (PIB) de
la principal economía europea, Alemania bajó un 0,2 por ciento
intertrimestral en el segundo trimestre, con debilidad del comercio
exterior y la inversión.
Con tanta incertidumbre sobre Rusia, es improbable un rebote rápido.
Francia lo hizo algo mejor, con un crecimiento nulo por segundo trimestre consecutivo.
Eso llevó al Gobierno francés a enfrentarse a la realidad, diciendo que reduce sus previsiones de crecimiento para 2014 y 2015 y que no cumpliría con su objetivo de déficit público este año.
En
comentarios realizados al diario Le Monde, el ministro de Finanzas
francés dijo que la segunda mayor economía europea crecería sólo
alrededor del 0,5 por ciento en 2014, la mitad de lo previsto
anteriormente, lo que supone que el déficit superaría el 4 por ciento
del PIB, superando el objetivo del 3,8 por ciento.
Los datos de otros países europeos en la últimas semanas muestran que la antes atribulada España lidera el crecimiento con un avance del 0,6 por ciento, un ritmo que es probable que no mejore ninguno de sus vecinos.
Italia, la tercera economía de la zona euro, volvió a la recesión por tercera vez desde 2008 en el segundo trimestre, contrayéndose un 0,2 por ciento y presionando al primer ministro, Matteo Renzi, a completar unas reformas estructurales que prometió.
Roma y París han intentado a inclinar la política de la UE hacia el empleo y el crecimiento en vez de fomentar la reducción de la deuda. Alemania y otros han mostrado que sólo toleran ese debate hasta cierto punto.