En los próximos días las monedas de América Latina estarán presionadas a la baja, con la atención de los traders enfocada en los datos de la inflación minorista de octubre de Estados Unidos y las minutas del último encuentro de política monetaria de la Reserva Federal.
Se espera que el índice de precios al consumidor (IPC) arroje variaciones muy tenues, lo que enfriaría las expectativas de una subida temprana de tasas de la Fed. Aún así, las monedas de América Latina siguen afectadas por la caída de los precios de las materias primas y los problemas económicos de la región. En Argentina, el peso en el mercado interbancario se mantendría
estable en torno a 8,52 unidades por dólar, estimaron operadores.
Agregaron que en la plaza paralela de cambios la moneda continuaría con
acotados negocios y una brecha de alrededor del 55 por ciento.
En México, la volatilidad del peso continuará mientras no haya más claridad sobre los siguientes pasos de la Fed en torno al futuro de sus tasas. La moneda cotizaría entre 13,40 y 13,60 por dólar, también atenta a la cifra del crecimiento de la economía mexicana del tercer trimestre.
En Chile, un operador dijo que de mantenerse la alta demanda de dólares por parte de corredores externos, el tipo de cambio del peso debería oscilar entre los 590 y 598 por dólar. El peso bajó levemente el viernes a 594,80 unidades por dólar comprador y 595,10 unidades vendedor.
En Colombia, los analistas dicen que el peso, que se encuentra en sus mínimos de los últimos cinco años, fluctuaría entre 2.160 y 2.200 unidades por dólar. "La depreciación en Colombia va a continuar durante la semana", dijo Fabio Nieto, subgerente de investigaciones del Banco Agrario.
En Perú, el sol mostraría un comportamiento volátil cotizando entre 2,925 y 2,945 unidades por dólar. La demanda de dólares de los bancos, que presiona al sol a la baja, podría ser compensada por el vencimiento de contratos a futuro, así como por intervenciones oficiales.