Alertas por freno de la economía china

Alertas por freno de la economía china

24 agosto 2015, 00:14
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La fuerte desaceleración de la economía china preocupa tanto a quienes viven y trabajan dentro del gigante asiático como a todos aquellos países que, en mayor o menor medida, tienen lazos comerciales con la segunda economía mundial. Puertas adentro, millones de jóvenes chinos comienzan a experimentar los efectos de un evidente debilitamiento que en el último trimestre se hizo más palpable y que hasta ahora era algo desconocido para las nuevas generaciones.

La mayoría de los chinos que tienen entre 20 y 30 años hasta ahora sólo habían conocido los beneficios de vivir en un país que aportó más de un tercio del crecimiento mundial desde el año 2010, pero ahora sienten el temor que genera la incertidumbre y la posibilidad de perder el empleo, como producto del deterioro de la balanza comercial por la caída de las exportaciones. Las últimas devaluaciones de la moneda china, el yuan, no hicieron más que alimentar temores, que se confirman tras los primeros efectos de la contracción de la economía que impacta en forma directa en la generación de empleo.

En China, por estos días, no solo ha disminuido la generación de nuevos puestos de trabajo, sino que algunas empresas ya tienen en sus planes reducir el número de personal. La sensación de incertidumbre que se apoderó de amplias franjas de la población china no es casual y mucho tiene que ver, seguramente, el hecho de que el propio gobierno haya reconocido que el país ingresó en una etapa de menor crecimiento económico, lo que fortaleció la opinión de quienes advierten que es prácticamente imposible que se puedan mantener las tasas actuales de empleo en un contexto de desaceleración de la economía.

Pero los temores por las derivaciones que pueden tener las sucesivas devaluaciones del yuan y la prolongada desaceleración de la economía china trascienden las fronteras del país asiático. Analistas internacionales observan que así como en 1988 China era la décima economía mundial y en sólo tres décadas multiplicó por veinte su PBI y se transformó en la segunda potencia del planeta, el impacto generado por ese extraordinario crecimiento puede tener ahora un efecto inverso, a partir del freno que experimenta la gran locomotora y que se hace visible en el debilitamiento de más de un 4 por ciento que sufrió el yuan frente al dólar en apenas tres días.

Este último dato encendió varias luces de alerta en América Latina, y si bien el Banco Central de China aseguró que la depreciación del yuan no continuará, en muchos países latinoamericanos, entre ellos Brasil, Argentina y Chile, se sigue con atención la evolución de la crisis del país asiático ya que para muchas de las naciones de la región se trata de uno de los principales destinos de sus exportaciones. Cabe recordar que en mayo pasado se realizó la gira del primer ministro de la República Popular China, Li Keqiang, por países de la región, que incluyó el anuncio de un plan de la potencia asiática para invertir 250.000 millones de dólares en un plazo de diez años en distintas naciones latinoamericanas, lo que renovó el optimismo en muchos países de la región.

Pero ahora la devaluación del yuan hizo bajar aún más las cotizaciones de las materias primas y esto significa que esa depreciación puede afectar a productos básicos de exportación de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela que tienen como destino el gigante asiático. En el nuevo escenario, además, los productos chinos serán más baratos y es probable que aumente el ingreso de los mismos a la región, mientras que las materias primas de los países latinoamericanos serán más caras para ser exportadas a China. Si bien esto último no deja de ser un dato positivo, lo que en realidad preocupa a nuestros países es que se siga profundizando la desaceleración de la economía china, y que tenga un impacto negativo en las economías latinoamericanas.