Este viernes el oro operaba estable, aunque tenía problemas al superar la marca de 1.200 dólares la onza a medida que el dólar se apreciaba y el apetito de inversores por el riesgo crecía ante las expectativas de un alza en las tasas de interés de Estados Unidos.
El oro al contado operaba sin cambios en 1.197,30 dólares la onza a las 1040 GMT. El metal se dirigía a una caída semanal del 2 por ciento luego de dos semanas al alza. En cuanto a otros metales preciosos, la plata subía 0,5 por ciento, a 15,93 dólares la onza. El platino se negociaba sin cambios en 1.197,60 dólares la onza y el paladio cedía 0,3 por ciento, a 786,00 dólares la onza.
Después de concluir una reunión de dos días el miércoles, la Reserva Federal señaló que se dirige a elevar las tasas de interés el próximo año aunque dijo que está adoptando una postura paciente, lo que permite al oro mantener limitadas sus pérdidas.
Las altas tasas de interés afectarían al lingote que no devenga intereses, que ha sido apuntalado por la liquidez del banco central y un entorno de bajas tasas en los años posteriores a la crisis financiera del 2008.
La postura sin prisa de la Fed en torno a retirar el estímulo a la economía estadounidense ha impulsado a las acciones europeas, luego de que los papeles en Asia registraran su mejor sesión en 15 meses y de que Wall Street alcanzara su mayor avance de dos días desde fines del 2011.
Mientras tanto, el dólar subía un 0,1 por ciento frente a una canasta de importantes monedas, mientras que el yen caía ante las expectativas de que se implementen medidas adicionales de estímulo el próximo año en el país para impulsar la inflación japonesa.
El petróleo referencial Brent subía casi 2 por ciento. El oro es usualmente considerado como una cobertura contra la inflación liderada por el petróleo.
