Tiene hasta el miércoles para pagar 1.110 millones de euros a los prestamistas que no aceptaron 'quitas' en la crisis de 2001.
De hacerlo, existe una cláusula que podría obligarle a pagar a los bonistas que sí aceptaron una condonación de la deuda.
Argentina se encuentra al borde de la suspensión de pagos. La fecha clave es el miércoles y sería la segunda vez en 13 años en los que el país se declara incapaz de pagar su deuda. La última vez fue en 2001, el país soportó su peor recesión desde la Gran Depresión. Fueron los tiempos de las caceroladas y cuando se “sembraron las semillas del drama actual”,explica The Wall Street Journal.
Así la raíz del problema actual se encuentra en la cesación de pagos anterior. Entonces, con una deuda de 82.000 millones de dólares, (60.000 millones de euros), el 92,3% de los acreedores aceptaron una ‘quita’ (condonación de deuda) del 65,6%. Una de las condiciones que les convenció fue la llamada clausula RUFO.
Así, el Ejecutivo argentino se comprometía a que si mejoraba las condiciones para otros acreedores las trasladaría al resto, en caso que se hiciera antes de diciembre de 2014.
Un dilema porque un juez de Estados Unidos, Thomas Griesa, ha dictado que Argentina debe pagar el total de los bonos a los que no aceptaron la‘quita’ con fecha límite, el miércoles, o correr el riesgo de declararse en ‘default’.
“Dado que la cláusula RUFO expira el 31 de diciembre, Argentina ha tratado de convencer al juez de que suspenda su fallo para darle a Argentina más tiempo. Sin embargo, el juez no ha cedido y los fondos de cobertura aseguran que la cláusula es una treta del gobierno para evitar pagar”, explica el Wall Street Journal.
Hay todo un debate legal porque mientras unos expertos creen que al no pagar de forma voluntaria la cláusula RUFO no podrá activarse, otros piensan que sí existe un resquicio legal.